▼ Abrir ▼

Slider

  • Vista desde el Cerro María Auxiliadora Enero 2013
  • Colegio “Instituto Técnico Industrial Salesiano San Juan Bosco”
  • Panorámica de Contratación Santander “Villa Apacible“ Enero 2013
  • Festival Internacional del Títere Noviembre 2012
  • Premio Compartir al Maestro 2011
  • Telcel Contratación, servicios especializados en telecomunicaciones
  • Croniquilla de Contratación Ilustrada 2013
  • Escultura en Madera “Cristo Resucitado” Artista Contrateño Víctor J Quiroga 2012
  • Parque Centenario 2013
  • Flickr

    468x60 Ads


    ▲ Cerrar ▲

    miércoles, 4 de diciembre de 2013

    La hora de las izquierdas (la resignación fatalista de la abstención )

    Alpher Rojas C
     
    "Es indispensable repensar la sociedad y promover la recomposición de su vida política e intelectual, y esto solo puede realizarlo la presencia de unas izquierdas identificadas y consecuentes."

    En un país en el que tradicionalmente la contribución intelectual tiende a ser escamoteada por la hojarasca de los acontecimientos espectaculares y por los liderazgos carismáticos de figurín, no sorprende que ciertos actores partidistas, instrumentalizados por los estereotipos del ‘marketing político’, pongan de nuevo en escena la estrategia poco constructiva de hostilidad dinámica amigo-enemigo, para suplir el debate de las ideas y los programas con un maniqueísmo moralista que pretende hacerle creer a la ciudadanía que lo que está en juego es considerable, cuando la diferencia es, por mucho, de matices.
    Esas peloteras de ocasión copan grandes espacios del entramado mediático como si se tratara de acontecimientos de extraordinaria novedad o de referentes del conocimiento y la cultura. Son apenas falsas tensiones en la superficie que de tanto sucederse terminan desnaturalizando la política y desacreditando el dispositivo simbólico de la democracia, en beneficio de los grupos de interés.

    El neoliberalismo, enseñoreado de los partidos y fuerzas tradicionales, en su interés por despolitizar la sociedad, ha inducido una suerte de mutación que fuerza a pensar y ejercer la política de una manera simplista y chabacana, de modo que un calculado constreñimiento electoral lleve a los ciudadanos a discernir entre distintas formas de irracionalidad (irracionalidad, por cierto, es todo aquello que subestima las previsiones de la razón sin ofrecer una alternativa válida) en función de las alianzas temporales, los intereses del mercado y la coyuntura. La trivialidad dominante desconoce que todo lo que se establece por la vía de la imposición es de corta durabilidad.

    Sin duda con la ‘justa electoral’ en curso, hemos ingresado a una nueva versión de la política espectáculo, en la que predominan las encuestas para neutralizar la opinión y, de contera, disuadir su participación activa, al tiempo que los copyright de las agencias de publicidad –y por tanto la financiación privada– y no los institutos de pensamiento, son los diseñadores de las propuestas políticas. A tal nivel ha llegado la vaciedad mental de los más visibles actores de la política nacional.
    Cuando la sociedad es impactada por una crisis estructural como la que atraviesa Colombia, y ante la falta de visión de la dirigencia tradicional para restablecer un curso sociopolítico que propicie su transformación; cuando la gente escucha la forma inculta, sucia y brutal de sus intervenciones, y ante la falta de alternativas, acude a la resignación fatalista de la abstención o al repudio patriótico del voto en blanco.

    Es indispensable, entonces, repensar la sociedad y promover la recomposición de su vida política e intelectual, y esto solo puede realizarlo la presencia cultural y renovadora de unas izquierdas identificadas y consecuentes, que seduzca con ideas progresistas los escenarios sociales e institucionales mediante una fluida actividad de diálogo razonado, crítico y propositivo. Un gran acuerdo de todas sus vertientes impulsará la renovación de los canales de participación ciudadana como pivote eficaz de la movilización social y política para hacer sostenible la paz que se construye. Pero es necesario que los instrumentos pedagógicos con los que se propugne comunicar y construir la nueva política democrática, lleven aparejadas connotaciones estéticas de gran contenido ético y de defensa indeclinable de los derechos humanos.

    Libro recomendado: ‘Ciencia, compromiso y cambio social’. Antología de Orlando Fals Borda. Este libro intenta dar cuenta de la complejidad de la obra del gran sociólogo colombiano y de la superación que él promovió en torno a la visión parcializada y limitada a la cual se vieron abocadas las disciplinas de las ciencias sociales durante todo el siglo XX. La publicación tiene una intencionalidad política manifiesta: la recuperación de la memoria histórica como herramienta de acción política hoy. A los compiladores les interesa compartir a Fals Borda, porque puede aportar al quehacer político cotidiano, ya sea desde nuestro lugar de científicos sociales comprometidos o desde la militancia social de base. Compiladores: Nicolás Armando Herrera Farfán, Lorena López Guzmán. Editorial El Colectivo. Ediciones Lanzas y Letras. 2012. 459 págs.

    Alpher Rojas C
    Investigador en Ciencias Sociales y Estudios Políticos.

    No hay comentarios :

    Publicar un comentario

    Haga sus comentarios y opiniones demostrando respeto y buen uso del vocabulario


    ▲ Cerrar ▲