María Auxiliadora
verdadera discípula misionera
En María tenemos el ejemplo más hermoso de FE, solamente una persona llena de fe podía colaborar con Dios para que el mundo pudiera ver al Salvador. La fe de María en el amor de Dios Padre la lleva a la Obediencia perfecta de la voluntad de Dios. Le permite asumir todos los riesgos, las incomprensiones y dificultades que conlleva el llamado y la misión que el Señor nos da.
María nos enseña que la clave para alimentar la fe, acoger la voluntad de Dios y cumplirla misión que Él nos da, es ante todo escuchar atentamente la Palabra, sólo un encuentro verdadero con la Palabra puede darnos la luz que muestre el horizonte acertado de la vida. Nadie como ella dedicó la vida a meditar cada paso de la historia de Jesús, es este un hecho verdaderamente salvífico, conocer a Jesús es conocer la salvación y esto lo hizo muy bien la Virgen María.
La vida de María da testimonio de su experiencia con Jesús Resucitado cuando Ella se hace miembro de la primera comunidad cristiana. Es así, como Ella nos enseña que la fe se expresa en la participación y compromiso comunitario.
Por eso, sin temor alguno podemos todos los cristianos afirmar que María es la discípula misionera perfecta, modelo a seguir. De ahí, que al tenerla como patrona parroquial todos nosotros estamos invitados a imitarla en su experiencia de fe y a dar el mismo punto alto de calidad de vida cristiana.
Que al celebrar nuestra fiesta patronal sintamos el auxilio de nuestra Madre para llegar como Ella a conocer, amar y seguir radicalmente a Jesucristo nuestro Camino, Verdad y Vida.
Con cariño, FELIZ FIESTA PATRONAL y mi oración constante por ustedes.
P. Luis Fernando Velandia Urrego sdb.
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